Fabiola
Costa
Relacion entre dolores y emociones, Yoga India

Relacion entre dolores y emociones

Adicción al dolor emocional

La investigación sugiere que la influencia del género en el procesamiento y la experiencia del dolor es el resultado de varios mecanismos. Una variable mediadora es la emoción, que puede modular el dolor a través de una interacción de valencia (agradable-desagradable) y excitación (tranquilo-excitado).
La emoción parece influir en el dolor a través de una interacción entre valencia y excitación. En concreto, las emociones con valencia negativa y excitación de baja a moderada (por ejemplo, la ansiedad) aumentan el dolor, mientras que las emociones con valencia negativa y excitación alta (por ejemplo, el miedo) lo reducen. Por el contrario, las emociones con valencia positiva siempre reducen el dolor, siempre que la excitación sea mínima. Algunas pruebas sugieren que las mujeres son más sensibles que los hombres a los estímulos relacionados con la amenaza y, por tanto, experimentan más afecto negativo que los hombres. En general, esto conduciría a una mayor percepción del dolor en las mujeres. También es posible que las mujeres sean más propensas que los hombres a experimentar un afecto negativo con una alta excitación (miedo intenso) y, por tanto, a inhibir el dolor. Sin embargo, no es probable que la tasa de base relativamente más baja de emociones negativas intensas contribuya mucho a las diferencias de género en el dolor. Las pruebas también sugieren que los hombres pueden ser más sensibles a los acontecimientos positivos, en particular a los estímulos sexuales/eróticos, lo que puede conducir a una mayor reducción del dolor inducida por emociones positivas en los hombres, en relación con las mujeres.

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Dolor y sufrimiento emocional

El espacio entre la fisiología y la emoción se reduce con cada estudio que pasa, y las razones son más obvias de lo que se cree: los centros fisiológicos y emocionales del dolor en el cerebro se superponen.
Los estudios de IRMf muestran que la intensidad del dolor se reduce cuando el hipocampo refleja el optimismo de los pacientes, y otros estudios han demostrado que el Síndrome de Dolor Regional Complejo daña algunas secciones del cerebro del mismo modo que lo hace el trauma psicológico. El córtex cingulado anterior es responsable de los sentimientos de rechazo y dolor, pero hay otras regiones más importantes que intervienen en ambos.  Algunas formas de dolor emocional y físico comparten una vía neuronal, que parece responder al paracetamol.
En 2013, los investigadores descubrieron que el Tylenol embota su respuesta al dolor. Más recientemente, 62 personas recibieron paracetamol o un placebo durante tres semanas y se expusieron al rechazo social. Un segundo estudio utilizó resonancias magnéticas para averiguar cómo afectaba el fármaco al dolor emocional. El investigador principal, DeWall, realizará estudios de seguimiento para averiguar si la agresividad, la asunción de riesgos y el exceso de comida, tan a menudo relacionados con el rechazo social, también podrían mantenerse a raya gracias a los analgésicos. Los ensayos fueron pequeños, pero siguen a años de investigación que han mostrado resultados similares.

Dolor emocional en las muñecas

Maris Pasquale, LCSW, ha sido la trabajadora social de la Clínica de Manejo del Dolor del Centro de Atención Ambulatoria del Hospital for Special Surgery durante los últimos cuatro años, trabajando con pacientes que tienen dolor musculoesquelético debido a condiciones de dolor reumatológico y ortopédico.
Otros factores pueden incluir una respuesta aprendida que puede estar relacionada con la respuesta de su familia. Los padres, por ejemplo, pueden responder al dolor de un niño de una manera determinada, estableciendo una respuesta de dolor fundacional para un individuo que puede influir en futuras experiencias de dolor. Asimismo, los sistemas de atención médica y social pueden influir en la experiencia del dolor. Por ejemplo, es posible que no tenga acceso a la atención de un médico experto en el tratamiento del dolor.
Además, los cambios en el funcionamiento, el rol (social o familiar), las rutinas diarias, la situación laboral y los trastornos del sueño pueden contribuir al dolor crónico. Estos factores pueden causar angustia que también puede aumentar el dolor.
Es importante reconocer si estos factores prevalecen en su vida. Si lo son, es importante buscar ayuda de su médico de cabecera o de un trabajador social, o llamar al 1-800-LIFENET, una línea telefónica multilingüe de intervención en crisis.

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Dolor emocional y rabia

Tanto si le han dicho “no, gracias” a una oportunidad de trabajo, como si se ha distanciado de una pareja o un amigo, o incluso si le han dejado de seguir en una red social o en una página de citas, su cerebro tiene que procesar el rechazo. Y la neurociencia sugiere que, literalmente, duele.
Aunque el cerebro no procesa el dolor emocional y el dolor físico de forma idéntica, las investigaciones sobre las vías neuronales sugieren que hay un solapamiento sustancial entre la experiencia del dolor físico y el social. Los acontecimientos en cascada que se producen y las regiones que se activan en nuestros cerebros -y por tanto nuestras reacciones al dolor agudo- parecen ser similares.
Además, parece que el impacto no se limita a la forma en que el cerebro procesa las emociones y el dolor asociados al rechazo, sino que el desamor real puede afectar al coeficiente intelectual. Según una investigación de la Universidad Case Western Reserve, la exposición al rechazo hizo que los participantes en un estudio tuvieran un descenso inmediato del razonamiento en un 30% y del coeficiente intelectual en un 25%.
Dado que los seres humanos son criaturas sociales por naturaleza, el desamor, la pérdida y los sentimientos asociados a la exclusión son especialmente difíciles de procesar. Y como las heridas emocionales son invisibles, la angustia, el malestar y el estrés pueden ser difíciles de entender y explicar a nuestros compañeros.

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