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Efectos de la meditacion
Beneficios de la meditación para la piel
Los posibles efectos secundarios suelen estar en primer plano cuando se considera la posibilidad de tomar medicamentos para enfermedades físicas o mentales, pero la información es menos clara en el caso de tratamientos como la meditación, que no vienen en forma de píldora.
Los medios de comunicación populares y los estudios de casos han destacado recientemente los efectos secundarios negativos de la meditación -aumento de la depresión, la ansiedad e incluso la psicosis o la manía-, pero pocos estudios han analizado la cuestión en profundidad en un gran número de personas.
En un reciente artículo publicado en la revista Psychological Medicine, los investigadores del Centro para Mentes Saludables de la Universidad de Wisconsin-Madison descubrieron que las personas que participaron en el programa secular de mindfulness más común y ampliamente disponible no experimentaron daños psicológicos en una proporción mayor que las personas de los grupos de control que no participaron en el programa.
“Con cualquier tratamiento de cualquier tipo -conductual o farmacológico- hay dos lados”, dice Matt Hirshberg, investigador postdoctoral de la Academia Nacional de Educación/Fundación Spencer 2019 en el Centro que dirigió el estudio. “¿Cuáles son los beneficios y cuáles son los riesgos de daño? La investigación sobre la meditación de atención plena se ha centrado abrumadoramente en los beneficios -cómo funciona, en qué medida funciona, etc. Este trabajo pretende ofrecer estimaciones empíricas de los riesgos potenciales”.
Cómo funciona la meditación
Se han estudiado los efectos psicológicos y fisiológicos de la meditación. En los últimos años, los estudios sobre la meditación han implicado cada vez más el uso de instrumentos modernos, como la resonancia magnética funcional (IRMf) y el electroencefalograma (EEG), que son capaces de observar la fisiología del cerebro y la actividad neuronal en sujetos vivos, ya sea durante el acto de meditación en sí o antes y después de la meditación. De este modo, se pueden establecer correlaciones entre las prácticas meditativas y la estructura o el funcionamiento del cerebro.
Desde la década de 1950 se han llevado a cabo cientos de estudios sobre la meditación, pero muchos de los primeros estudios eran defectuosos y, por lo tanto, arrojaron resultados poco fiables[1][2] Los estudios contemporáneos han intentado abordar muchos de estos defectos con la esperanza de guiar la investigación actual hacia un camino más fructífero[3] En 2013, los investigadores de Johns Hopkins, que publicaron en el Journal of the American Medical Association, identificaron 47 estudios que se califican como bien diseñados y, por lo tanto, fiables. Basándose en estos estudios, concluyeron que hay pruebas moderadas de que los programas de meditación de atención plena pueden reducir la ansiedad, la depresión y el dolor, pero no hay pruebas de que sea más eficaz que los tratamientos activos, como los fármacos o el ejercicio[4]. Otro importante artículo de revisión también advertía sobre la posible desinformación y la mala interpretación de los datos relacionados con el tema[5][6].
Beneficios de la meditación para los estudiantes
Se han estudiado los efectos psicológicos y fisiológicos de la meditación. En los últimos años, los estudios sobre la meditación han implicado cada vez más el uso de instrumentos modernos, como la resonancia magnética funcional y el electroencefalograma, que son capaces de observar la fisiología del cerebro y la actividad neuronal en sujetos vivos, ya sea durante el propio acto de meditación o antes y después de la misma. De este modo, se pueden establecer correlaciones entre las prácticas meditativas y la estructura o el funcionamiento del cerebro.
Desde la década de 1950 se han llevado a cabo cientos de estudios sobre la meditación, pero muchos de los primeros estudios eran defectuosos y, por lo tanto, arrojaron resultados poco fiables[1][2] Los estudios contemporáneos han intentado abordar muchos de estos defectos con la esperanza de guiar la investigación actual hacia un camino más fructífero[3] En 2013, los investigadores de Johns Hopkins, que publicaron en el Journal of the American Medical Association, identificaron 47 estudios que se califican como bien diseñados y, por lo tanto, fiables. Basándose en estos estudios, concluyeron que hay pruebas moderadas de que los programas de meditación de atención plena pueden reducir la ansiedad, la depresión y el dolor, pero no hay pruebas de que sea más eficaz que los tratamientos activos, como los fármacos o el ejercicio[4]. Otro importante artículo de revisión también advertía sobre la posible desinformación y la mala interpretación de los datos relacionados con el tema[5][6].
Investigación sobre la meditación 2019
Los posibles efectos secundarios suelen estar al frente y en el centro cuando se considera tomar medicamentos para condiciones físicas o mentales, pero la información es menos clara con tratamientos como la meditación que no vienen en forma de píldora.
Los medios de comunicación populares y los estudios de casos han destacado recientemente los efectos secundarios negativos de la meditación -aumento de la depresión, la ansiedad e incluso la psicosis o la manía-, pero pocos estudios han analizado la cuestión en profundidad en un gran número de personas.
En un reciente artículo publicado en la revista Psychological Medicine, los investigadores del Centro para Mentes Saludables de la Universidad de Wisconsin-Madison descubrieron que las personas que participaron en el programa secular de mindfulness más común y ampliamente disponible no experimentaron daños psicológicos en una proporción mayor que las personas de los grupos de control que no participaron en el programa.
“Con cualquier tratamiento de cualquier tipo -conductual o farmacológico- hay dos lados”, dice Matt Hirshberg, investigador postdoctoral de la Academia Nacional de Educación/Fundación Spencer 2019 en el Centro que dirigió el estudio. “¿Cuáles son los beneficios y cuáles son los riesgos de daño? La investigación sobre la meditación de atención plena se ha centrado abrumadoramente en los beneficios -cómo funciona, en qué medida funciona, etc. Este trabajo pretende ofrecer estimaciones empíricas de los riesgos potenciales”.