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Definicion mindfulness
Vayas donde vayas, allí estarás…
Si has oído hablar o has leído sobre la meditación de atención plena -también conocida como mindfulness- puede que tengas curiosidad por saber cómo practicarla. Descubre cómo hacer ejercicios de mindfulness y cómo pueden beneficiarte.
La atención plena es un tipo de meditación en la que te centras en ser intensamente consciente de lo que sientes y percibes en el momento, sin interpretar ni juzgar. La práctica de la atención plena incluye métodos de respiración, imágenes guiadas y otras prácticas para relajar el cuerpo y la mente y ayudar a reducir el estrés.
Pasar demasiado tiempo planificando, resolviendo problemas, soñando despierto o teniendo pensamientos negativos o aleatorios puede ser agotador. También puede hacer que sea más probable que experimente estrés, ansiedad y síntomas de depresión. Practicar ejercicios de atención plena puede ayudarte a desviar tu atención de este tipo de pensamientos y a comprometerte con el mundo que te rodea.
Para realizar ejercicios de atención plena más estructurados, como la meditación de escaneo corporal o la meditación sentada, tendrás que reservar un tiempo en el que puedas estar en un lugar tranquilo, sin distracciones ni interrupciones. Puedes optar por practicar este tipo de ejercicios a primera hora de la mañana, antes de empezar tu rutina diaria.
Definición de mindfulness jon kabat-zinn
Esta es la definición no citada de Jon Kabat-Zinn, conocido autor y fundador de la Clínica de Reducción del Estrés de la Universidad de Massachusetts (que tiene cuidado de añadir que es una definición operativa y que deja fuera algunos aspectos de la atención plena).
Una definición similar proviene del psicólogo Scott Bishop, que describe la atención plena como una “conciencia no colaborativa, sin juicios, centrada en el presente, en la que cada pensamiento, sentimiento y sensación que surge… se reconoce y se acepta tal como es”.
Muchos de nosotros pasamos gran parte de nuestras vidas en piloto automático, sin ser conscientes de lo que estamos experimentando, perdiéndonos todas las vistas y sonidos y olores y conexiones y alegrías que podríamos apreciar. Una parte de ese tiempo nuestra mente parece “desconectada”, y otras veces atrapada en pensamientos del pasado (a menudo arrepentidos) o en planes para el futuro, muchos de los cuales son repetitivos.
La atención plena nos ayuda a estar presentes en nuestra vida y nos da cierto control sobre nuestras reacciones y patrones de pensamiento repetitivos. Nos ayuda a hacer una pausa, a tener una visión más clara de la situación y a responder con más habilidad.
Qigong
Esta es la definición no citada de Jon Kabat-Zinn, conocido autor y fundador de la Clínica de Reducción del Estrés de la Universidad de Massachusetts (que tiene cuidado de añadir que es una definición operativa y que deja fuera algunos aspectos de la atención plena).
Una definición similar proviene del psicólogo Scott Bishop, que describe la atención plena como una “conciencia no colaborativa, sin juicios, centrada en el presente, en la que cada pensamiento, sentimiento y sensación que surge… se reconoce y se acepta tal como es”.
Muchos de nosotros pasamos gran parte de nuestras vidas en piloto automático, sin ser conscientes de lo que estamos experimentando, perdiéndonos todas las vistas y sonidos y olores y conexiones y alegrías que podríamos apreciar. Una parte de ese tiempo nuestra mente parece “desconectada”, y otras veces atrapada en pensamientos del pasado (a menudo arrepentidos) o en planes para el futuro, muchos de los cuales son repetitivos.
La atención plena nos ayuda a estar presentes en nuestra vida y nos da cierto control sobre nuestras reacciones y patrones de pensamiento repetitivos. Nos ayuda a hacer una pausa, a tener una visión más clara de la situación y a responder con más habilidad.
Vivir en plena catástrofe
La atención plena se produce a veces de forma natural. Digamos que te preparas para lanzar una falta en baloncesto. Colocas cuidadosamente los pies en la línea. Miras al aro y sientes el balón en tus manos. Te tomas tu tiempo y haces botar el balón un par de veces. No escuchas ningún otro sonido y lanzas el tiro. Swoosh – ¡sí! Bien hecho.
Si esto parece un superpoder, lo es. Ser consciente ayuda a la gente en casi todos los aspectos de la vida. Aprender a ser consciente cuando eres joven te da la oportunidad de ser realmente bueno en ello y utilizarlo siempre.
Si practicas los ejercicios de atención plena, ser consciente puede resultar natural cuando lo necesites en tu vida diaria. Puede ayudarte cuando estés estresado, cuando tengas que hacer algo difícil o cuando tengas que centrar tu atención. Es muy parecido a aprender a tocar el piano. Cada vez que practicas, te estás entrenando para tocar un poco mejor.
Cuando practicas mindfulness, estás entrenando tu atención. Las investigaciones demuestran que la práctica del mindfulness puede mejorar la atención de casi todo el mundo, incluidas las personas con TDAH o que creen que tienen problemas para prestar atención.