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Combatir la ansiedad y el miedo
Cómo superar el miedo en la vida
Liam siempre había cuidado de su hermano menor, Sam. Pero cada vez que Sam cogía el autobús tarde después del entrenamiento de fútbol, Liam se preocupaba tanto por él que no podía concentrarse en sus deberes. Liam miraba el reloj, preocupándose e imaginando lo peor, imaginando accidentes de autobús y temiendo, sin ninguna razón en particular, que Sam pudiera estar herido o muerto. Sólo cuando Sam llegó a casa sano y salvo, Liam pudo finalmente relajarse.
Es completamente normal preocuparse cuando las cosas se vuelven agitadas y complicadas. Pero si las preocupaciones se vuelven abrumadoras, puedes sentir que están dirigiendo tu vida. Si pasas una cantidad excesiva de tiempo sintiéndote preocupado o nervioso, o tienes dificultades para dormir debido a tu ansiedad, presta atención a tus pensamientos y sentimientos. Pueden ser síntomas de un problema o trastorno de ansiedad.
La ansiedad es una reacción humana natural que implica a la mente y al cuerpo. Cumple una importante función básica de supervivencia: La ansiedad es un sistema de alarma que se activa cuando una persona percibe un peligro o una amenaza.
Cuando el cuerpo y la mente reaccionan ante un peligro o una amenaza, la persona experimenta sensaciones físicas de ansiedad, como la aceleración de los latidos del corazón y la respiración, la tensión muscular, el sudor en las palmas de las manos, las náuseas y el temblor de las manos o las piernas. Estas sensaciones forman parte de la respuesta de lucha y huida del cuerpo. Están causadas por una descarga de adrenalina y otras sustancias químicas que preparan al cuerpo para huir rápidamente del peligro. Pueden ser leves o extremas.
Cómo gestionar el miedo y la ansiedad para ser más fuerte
Es de naturaleza humana evitar las emociones que nos asustan. ¿Quién quiere entrar directamente en lo que promete ser una experiencia dolorosa? Sólo que al evitar continuamente mirar al “hombre del saco” que llevamos dentro, nos convertimos en rehenes del monstruo. Por lo general, esto implica esconderse de cualquier factor de estrés potencial que pueda causar malestar y dedicarse a un sinfín de distracciones. Por desgracia, también te escondes de los posibles retos que pueden conducir al crecimiento y la alegría. Además, no puedes esconderte para siempre del miedo. Va a atacar, a pesar de tus mejores esfuerzos por suprimirlo. Y es probable que ataque en el momento en que más necesitas la ecuanimidad emocional.
La buena noticia es que una vez que te enfrentas al miedo -y le das aire al hombre del saco- en lugar de meterlo en un compartimento lejano de tu cerebro, empieza a perder la capacidad de gobernarte y dictar tus decisiones.
Un estudio publicado en la revista Science por investigadores de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne (EPFL) resume bien cómo el cerebro tiene que volver a experimentar un miedo para extinguirlo. Esto es lo que hicieron los investigadores: Pusieron a los roedores en una pequeña caja, les dieron una descarga leve y luego los sacaron. Durante un largo periodo de tiempo, los investigadores volvieron a meter a los ratones en la caja pero sin administrarles descargas. Al principio, los ratones se congelaron, pero con la exposición repetida a la caja, y sin descargas adicionales, acabaron por relajarse.
Cómo superar los miedos
La recuperación es posible con un tratamiento adecuado, como la terapia de exposición, el entrenamiento de la atención y una serie de técnicas de gestión de la ansiedad que pueden ayudarte a controlar los síntomas. Puedes aprender las siguientes estrategias por ti mismo (utilizando libros o haciendo cursos, por ejemplo) o puedes consultar con un profesional capacitado. Manejo de la ansiedad Algunas de las opciones de manejo de los trastornos de ansiedad son: Aprender sobre la ansiedad El viejo adagio “el conocimiento es poder” se aplica aquí: aprender todo sobre la ansiedad es fundamental para la recuperación. Por ejemplo, la educación incluye el examen de la fisiología de la respuesta de “huir o luchar”, que es la forma que tiene el cuerpo de enfrentarse a un peligro inminente. En el caso de las personas con trastornos de ansiedad, esta respuesta se desencadena de forma inapropiada ante situaciones que generalmente son inofensivas. La educación es una forma importante de promover el control de los síntomas. Mindfulness Cuando se siente ansiedad, una persona puede pasar una cantidad significativa de tiempo atrapada en pensamientos que provocan ansiedad. La atención plena nos guía para devolver nuestra atención al momento presente y desengancharnos de los pensamientos que pueden ser inútiles.
Sentirse asustado sin motivo
En esta sección abordamos las cosas que puedes hacer por tu cuenta para trabajar con el miedo y la ansiedad. No cubrimos las numerosas y valiosas técnicas y terapias disponibles cuando se trabaja con psicólogos profesionales u otros proveedores. Éstas son esenciales para quienes han experimentado un trauma o sufren de miedo o ansiedad intensos.
La única manera de afrontar el miedo es enfrentarse a él. Evitar nuestros miedos sólo nos impide avanzar: nos hace sentirnos ansiosos. Pero sé amable contigo mismo y haz sólo lo que te parezca seguro. Si notas que te entra más pánico, tómate un descanso y busca algo agradable o reconfortante en lo que fijarte o hacer. Si después te sientes seguro, puedes intentar explorar tu miedo de nuevo, tomando descansos según sea necesario. Si te resulta difícil abordar los miedos crónicos o la ansiedad por tu cuenta, ten en cuenta que los terapeutas pueden ser de gran ayuda para trabajar las estrategias de evitación. Si has sufrido un trauma, es especialmente importante trabajar con un terapeuta para crear un entorno seguro en el que puedas enfrentarte a tu miedo y reconstruir tus recuerdos.