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Ansiedad y alimentacion
Alimentos que hay que evitar con la ansiedad
A pesar de la abrumadora prevalencia de los trastornos de ansiedad en la sociedad moderna, los medicamentos y la psicoterapia a menudo no logran una resolución completa de los síntomas. Un enfoque complementario a la medicación de los síntomas es abordar las patologías metabólicas subyacentes asociadas a las enfermedades mentales y a la ansiedad. Esto puede lograrse mediante intervenciones nutricionales. En este artículo de perspectivas, destacamos el papel del microbioma y la inflamación como factores que influyen en la ansiedad. Además, analizamos la base de pruebas para seis intervenciones nutricionales específicas: evitar los edulcorantes artificiales y el gluten, incluir ácidos grasos omega-3 y cúrcuma en la dieta, suplementar con vitamina D y dietas cetogénicas. Intentamos integrar las ideas de la literatura científica sobre nutrición para destacar algunas prácticas que los profesionales pueden tener en cuenta a la hora de tratar a pacientes individuales. En particular, este artículo no pretende servir como una revisión exhaustiva de la literatura, sino más bien argumentar nuestra perspectiva de que las intervenciones nutricionales deben ser más ampliamente consideradas entre los psiquiatras clínicos. La psiquiatría nutricional está en sus inicios y se necesita más investigación en este floreciente campo de bajo riesgo y potencialmente alto rendimiento.
La dieta contra la ansiedad pdf
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, los trastornos de ansiedad son la enfermedad mental más común en Estados Unidos. Son 40 millones de adultos -el 18% de la población- que luchan contra la ansiedad. La ansiedad y la depresión suelen ir de la mano, ya que aproximadamente la mitad de las personas con depresión también sufren ansiedad.
Las terapias y los medicamentos específicos pueden ayudar a aliviar la carga de la ansiedad, pero sólo un tercio de las personas que la padecen buscan tratamiento. En mi consulta, parte de lo que comento al explicar las opciones de tratamiento es el importante papel de la dieta para ayudar a controlar la ansiedad.
Además de las pautas saludables como llevar una dieta equilibrada, beber suficiente agua para mantenerse hidratado y limitar o evitar el alcohol y la cafeína, hay muchas otras consideraciones dietéticas que pueden ayudar a aliviar la ansiedad. Por ejemplo, los hidratos de carbono complejos se metabolizan más lentamente y, por tanto, ayudan a mantener un nivel de azúcar en sangre más uniforme, lo que genera una sensación de mayor calma.
Una dieta rica en cereales integrales, verduras y frutas es una opción más saludable que comer muchos carbohidratos simples que se encuentran en los alimentos procesados. El momento de comer también es importante. No te saltes las comidas. Hacerlo puede provocar bajadas de azúcar en la sangre que le hagan sentirse nervioso, lo que puede empeorar la ansiedad subyacente.
Alimentos que calman
La mayoría de nosotros sabemos que una alimentación sana es importante para la salud física, pero ¿y si comer mejor también ayudara a nuestra salud mental? Estudios recientes demuestran que la dieta puede influir en la disminución del nivel de ansiedad.
Llevar una dieta equilibrada y centrada en los alimentos integrales frente a los procesados es la clave. Los cereales integrales, las verduras y las frutas tienen un mayor contenido de carbohidratos complejos y fibra que ayudan a ralentizar la digestión, evitando así cambios significativos en los niveles de azúcar en sangre que pueden contribuir a que nos sintamos más ansiosos.
Otras estrategias son no saltarse las comidas, mantenerse hidratado bebiendo cantidades adecuadas de agua y limitar o evitar la cafeína y el alcohol. Además, algunos estudios han demostrado que determinados alimentos pueden ayudar a reducir la ansiedad.
Aunque se necesita más investigación para estudiar la relación entre los alimentos, el estado de ánimo y la ansiedad, puede valer la pena probar una alimentación saludable además de cualquier medicamento o terapia que le haya recetado su médico.
Alimentos que provocan ansiedad y ataques de pánico
La dieta es muy importante cuando se trata de la ansiedad. Es muy fácil comer poco o demasiado. Una persona ansiosa puede comer por comodidad o le resulta difícil tragar la comida. Así que vamos a ver cómo puede ayudarse a sí mismo ajustando lo que come.
Los carbohidratos son los alimentos perfectos para dar energía, también aumentan la producción de serotonina, también conocida como la hormona de la felicidad. Ejemplos perfectos de carbohidratos son el pan integral y el arroz/pasta integral.
Los estudios han demostrado que los alimentos que contienen vitamina B pueden levantar nuestro estado de ánimo. Los alimentos ricos en vitamina B son, por ejemplo, la carne de vacuno, de cerdo y de pollo. Las verduras de hoja verde y los cítricos, así como los frutos secos y los huevos. Estos estudios también demuestran que los ácidos grasos omega-3 que se encuentran en pescados grasos como el salmón, el atún, el arenque, la caballa, las anchoas y las sardinas, pueden levantar el ánimo y mejorar el estado de ánimo.
El agua constituye una media de entre el 60 y el 70 por ciento del cuerpo humano, y transporta las hormonas y los nutrientes a sus destinos, por lo que cuando se reduce el consumo de líquidos este procedimiento empieza a ralentizarse, lo que provoca muchas disfunciones corporales. La presión sanguínea puede descender, lo que puede provocar mareos. Se puede experimentar un ritmo cardíaco más rápido, ya que el corazón trata de aumentar la presión arterial baja. Con menos agua en el cuerpo, nuestro organismo produce menos jugos digestivos de los que necesitamos para la digestión. Esto puede provocar gases, estreñimiento, pérdida de apetito y náuseas. La orina se vuelve más concentrada, lo que puede provocar infecciones. Sin suficiente agua, el cerebro se resiente. Esto provoca dolores de cabeza y cansancio. Los músculos pueden agarrotarse o sentirse débiles. El agua también regula la temperatura corporal, amortigua las articulaciones y lubrica los ojos. Así que puede ver por qué es realmente importante mantener el cuerpo hidratado todos los días, no sólo durante los meses de verano.